El mar nos regala la oportunidad de disfrutar de muchos aspectos de su ubicación. Adicionalmente a que te proporciona la paz, serenidad, y energía necesaria para motivarte día tras día, este lugar también tiene reservadas para ti otras sorpresitas muy deliciosas.
Ya me imagino que sabes de lo que te hablo: específicamente de aquellos animales invertebrados que estás acostumbrado a degustar, al momento que visitas el mar: los mariscos.
¿Cuáles son los mariscos comestibles?
Iniciar un recorrido por conocer los mariscos que se pueden comer sin problema, hace que inevitablemente pensemos en las mil y un recetas en las que cada uno de ellos son protagonistas. Desafortunadamente, hay ciertos grupos de mariscos que no puedes consumir sin precaución, aunque en definitiva el consumo de ellos de manera general debe hacerse de manera cuidadosa, tanto en su preservación, preparación y las condiciones climáticas que ellos influyan directamente, para evitar que sufras de algún brote alérgico o dolores abdominales. Síntomas que te den una alerta de que no tomaste una decisión acertada.
Pero, principalmente debes conocer que hay dos tipos de mariscos: los crustáceos y los moluscos. Los primeros son todos aquellos animales que poseen una capa resistente que cubre sus patas. Dentro de este grupo entran: las langostas, los cangrejos, los camarones, y los langostinos. Por otro lado, los moluscos tienen un cuerpo más blando el cual protegen con una concha formada por carbonato de calcio. Dentro de este último grupo se encuentran: los mejillones, los calamares, las almejas, y pulpos.
Los grupos que acabas de conocer, es posible que los consumas en las presentaciones que deseas y motivándote mucho más, porque te comento que las propiedades vitamínicas de los mismos son excelentes; poseen niveles importantes de fosforo, calcio y yodo. Una mezcla sumamente explosiva y positiva para el organismo, porque te regala un mejor funcionamiento de tu cuerpo, previene y detiene la osteoporosis, influye en el buen funcionamiento de la tiroides creando hormonas que intervengan en el correcto funcionamiento del organismo. ¿Qué más puedes pedir?
Por último, te recordamos que resulta importante que tengas un buen criterio de elección al momento de adquirir estos mariscos. Lo que puede resultar muy delicioso para tu paladar puede llegar a ocasionarte molestias de salud, sino valoraste los aspectos básicos de conservación y preparación necesarios. Así que te aconsejo que los disfrutes con precaución.
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